Eyacular es bueno. No descubrimos la pólvora con esta afirmación. Los beneficios del orgasmo, o la eyaculación en el caso de personas con pene, son ampliamente conocidos. Al orgasmar se libera un cóctel hormonal beneficioso para paliar el dolor y reducir el estrés. También mejora el estado de ánimo e incluso puede ayudar a combatir el insomnio. Pero, además, en el caso de la eyaculación, se ha visto que puede ser un factor preventivo del cáncer de próstata. Se suele hablar de que el número de eyaculaciones es importante en este aspecto. Muchas personas señalan que la cantidad perfecta son 21 al mes. ¿Pero en qué se basa ese dato?
Es una cifra extraída de un estudio publicado en 2004 por científicos de la Universidad de Harvard. En él, siguieron durante 8 años a más de 29.000 hombres, para llegar a la conclusión de que un número de eyaculaciones mensuales igual o superior a 21 reduce notablemente el riesgo de cáncer de próstata. No obstante, el número es meramente orientativo. No quiere decir que alguien que eyacule 20 veces al mes no vaya a tener nada de protección.
De hecho, poco después otros científicos, esta vez del Cancer Council de Victoria, Australia, realizaron un estudio similar en el que las cifras eran diferentes. No se calculaba el número de eyaculaciones al mes, sino a la semana, pero incluso extrapolando la cantidad no sería la misma.
Estudios sobre el número de eyaculaciones
Principalmente hay tres estudios que analizan la importancia del número de eyaculaciones para prevenir el cáncer de próstata. Dos se realizaron en la Universidad de Harvard, con hombres de Estados Unidos, y uno en Australia.
En la Universidad de Harvard comenzaron su estudio en 1992. En él participaron 29.342 hombres, con edades comprendidas entre los 46 y los 81 años. Se les hizo una encuesta inicial sobre el número de eyaculaciones al mes que suelen tener, incluyendo las poluciones nocturnas, el sexo con otras personas y la masturbación. Tuvieron que responder la misma encuesta cada dos años, hasta 2000. En ese momento se hizo el análisis estadístico que posteriormente se publicaría en 2004.
Dicho análisis concluye que, en comparación con quienes eyaculan entre 4 y 7 veces al mes, un número de eyaculaciones igual o superior a 21 confiere un 31% menos de probabilidad de desarrollar cáncer de próstata.
Dicho estudio se amplió después hasta 2010. Los resultados se publicaron en 2016 y las conclusiones eran muy parecidas. Por eso se tomó que el número de eyaculaciones más sano es 21. No obstante, no deja de ser la cifra en la que ellos establecieron el corte. Se podría concluir simplemente que, a más eyaculaciones, mejor.
De hecho, en el estudio australiano, publicado en 2003, incluso antes que el de Harvard, se hablaba de otras cifras. En él participaron 2.338 hombres, a los que se encuestó sobre el número de eyaculaciones que tenían a la semana. Se vio que los que tenían entre 4,6 y 7 eyaculaciones semanales tenían un 36% menos de riesgo de cáncer de próstata que los que solo tenían 2,3 eyaculaciones en una semana. Entre 4,6 y 7 eyaculaciones semanales es lo mismo que entre 18,4 y 28 al mes. Obviamente, el 21 está dentro, pero no es una cifra de oro.
¿A qué se debe todo esto?
Las causas por las que el número de eyaculaciones puede ser beneficioso frente al cáncer de próstata no están claras. Hay algunas hipótesis. Por ejemplo, podría ser que al eyacular con más frecuencia sea más complicado que se formen cristaloides intraluminales prostáticos. Estas son unas estructuras que se encuentran muy frecuentemente en glándulas en las que se desarrollan tumores. Por eso, podría ser que la eyaculación tenga un papel protector.
También puede que la eyaculación influya en la función de las células epiteliales de la zona periférica de la próstata. Esto podría reducir la oxidación celular en esta área, siendo este un proceso muy relacionado con el cáncer. Incluso es posible que la simple relajación psicológica que promueve el orgasmo ayude a evitar la formación de tumores.
Sea como sea, estos estudios parecen indicar que el número de eyaculaciones tiene un papel protector, sobre todo en adultos jóvenes. Aunque el cáncer sea más habitual a partir de los 70 años, las eyaculaciones en la juventud protegen como lo hace el protector solar cuando somos niños de cara al cáncer de piel en adultos.
Hay una gran limitación en estos estudios y es que muchos de sus participantes empezaron con edades avanzadas, por lo que al preguntarles por el número de eyaculaciones en la juventud tuvieron que echar la vista atrás y hacer solo un cálculo aproximado. Sea como sea, que todos los estudios apunten en la misma dirección parece un motivo suficiente para ponerse a eyacular. Cuanto más, mejor. Al fin y al cabo, no necesitas a nadie.