A Laila Mickelwait, activista contra la trata de personas, le bastaron unos minutos para entrar en Pornhub, teclear el término de búsqueda «sin techo» y encontrar un perturbador vídeo amateur que menciona en su nuevo libro, Takedown. «Puedes oír a la mujer gritando que pare porque le duele. Le dice enfadada al hombre que deje de grabar», ha señalado sobre el vídeo, en cuya descripción se ve que lleva cinco años publicado en la web.
Mickelwait utilizó el mismo término de búsqueda para encontrar rápidamente otro vídeo que muestra a una mujer descrita en su título como «puta del crack». Se oye a la mujer quejarse amargamente mientras se somete a una relación sexual a cambio de «cinco dólares», según afirma burlonamente el título del vídeo.
«No tenemos indicios de que sepa siquiera que se está grabando. No se ve la cara de la mujer, así que sería imposible verificarlo», afirma Mickelwait sobre este vídeo, que lleva dos años en la web. Pornhub, creada en 2007 y con sede en Montreal, permite a los usuarios subir vídeos porno amateur y profesional de forma muy parecida a como se hace en YouTube.
Han pasado cuatro años desde que una oleada de noticias revelara que la web estaba llena de vídeos publicados sin consentimiento de violaciones, agresiones sexuales, pornografía infantil y grabaciones de cámaras ocultas. Anunciantes, plataformas de streaming y empresas de tarjetas de crédito cortaron sus lazos y la web retiró el 80% de su contenido.
Desde entonces, Pornhub ha puesto en marcha un sistema de seguridad para impedir la entrada de contenidos ilegales y abusivos. Los usuarios que suben vídeos deben acreditar su identidad mediante un documento legal expedido por su gobierno que incluya una fotografía. En enero, la web empezó a exigir estos documentos a los usuarios de todos los vídeos nuevos.
«Ninguna plataforma en Internet ha tomado las medidas significativas que nosotros hemos tomado para proteger la seguridad de nuestra comunidad», indica Sarah Bain, portavoz de Ethical Capital Partners, una empresa canadiense de capital privado propietaria de la red Pornhub de webs de contenido para adultos.
«Hemos tomado medidas sin precedentes para acabar con el material ilegal en nuestras plataformas, incluyendo el uso de tecnologías de inteligencia artificial y la supervisión humana para vigilar el contenido», añade.
Pero las repercusiones legales de esos días previos a la purga, en los que cada vez hubo más demandas y supervisión por parte del Gobierno Federal de Estados Unidos, todavía acechan a Pornhub. Sigue habiendo contenido de usuarios no verificados en muchos miles de vídeos anteriores a 2024, incluidos los que aparecen a partir de términos de búsqueda relacionados con adolescentes y violencia, según explica Mickelwait a Business Insider.
Son este tipo de vídeos, subidos sin verificar la edad o el consentimiento de las personas representadas, los que ahora impulsan la lucha de Mickelwait para expulsar a Pornhub del sector. Sin verificación, no hay forma de saber si los «artistas» han consentido la grabación o su publicación en Pornhub. «En realidad no sabes si tienen 18 años, si es una venganza o incluso una violación», afirma Mickelwait.
Demandas y vigilancia
Unos 300 demandantes alegan que la página web se benefició a sabiendas de los vídeos de sus abusos. Se están preparando más demandas, según han contado los abogados de los afectados a Business Insider. Por su parte, los abogados de Pornhub no han querido participar en este reportaje.
La empresa matriz de Pornhub, Aylo (antes MindGeek) recibió el año pasado la orden de someterse a tres años de supervisión federal de sus contenidos y controles. Aylo es la empresa matriz de una red de páginas porno, entre ellas Pornhub, PornhubPremium, Brazzers, YouPorn, Reality Kings, Men.com, TransAngels y Nataku.
Los detalles de esta supervisión no se han hecho públicos, pero se sabe que forma parte de un acuerdo de enjuiciamiento diferido por los años en que la red Pornhub alojó cientos de vídeos de la red de tráfico sexual GirlsDoPorn. Una fuente policial dijo a Business Insider la semana pasada que pronto se haría un anuncio sobre el tema.
Mientras tanto, Pornhub sigue siendo un próspero lugar de entretenimiento para adultos generado por los usuarios, con 100 millones de visitas diarias. No obstante en el nuevo libro de Mickelwait, que Random House publicó el martes y que está escrito como un thriller policíaco, la autora ha asestado algunos golpes certeros.
Una lucha en solitario para hundir Pornhub
Mickelwait es la fundadora de la organización sin ánimo de lucro Justice Defense Fund. Su petición Traffickinghub, que pide el fin de Pornhub, cuenta con 2,3 millones de firmas. Esta madre de dos hijos comenzó su lucha contra el imperio del porno online a principios de 2020, cuando empezaron a acumularse muchas anécdotas terroríficas sobre este sector.
Casi dos docenas de vídeos subidos a Pornhub mostraban cómo un niño de 12 años de Alabama era drogado y violado repetidamente. El violador, Rocky Shay Franklin, cumple ahora una condena de 40 años de prisión por explotación sexual.
Una chica de Florida de 15 años que estuvo desaparecida durante un año fue encontrada cuando un usuario de Pornhub se puso en contacto con la madre. «La madre encontró cincuenta y ocho vídeos de su hija siendo violada en Pornhub», escribe Mickelwait. Una investigación del Sunday Times de Londres reveló vídeos ilegales en la web en los que estaban implicados niños de tan solo tres años.
El libro de Mickelwait, cuyo título completo es Takedown: Inside the Fight to Shut Down Pornhub for Child Abuse, Rape, and Sex Trafficking (Takedown: la lucha para cerrar Pornhub por abusos a menores, violaciones y tráfico sexual), detalla sus esfuerzos públicos y privados para sacar a la luz los delitos cometidos y avergonzar públicamente a los socios comerciales de Pornhub.
El activismo de Mickelwait se ha visto amplificado por una serie de voces influyentes, como el columnista progresista del New York Times Nicholas Kristof y el titán de los hedge funds, de corte conservador, Bill Ackman.
En respuesta a las protestas, los anunciantes Heinz, Unilever e incluso KY Jelly retiraron sus anuncios de Pornhub, y las compañías de tarjetas de crédito rompieron sus vínculos. MindGeek, el nombre de la empresa matriz de Pornhub en aquel momento (que entonces tenía más tráfico que Amazon o Netflix), eliminó 10 millones de vídeos no verificados casi de la noche a la mañana.
«En menos de 24 horas, el 80% de la página desapareció. La décima web más grande del mundo quedó reducida a unos cuantos vídeos», escribe Mickelwait.
«Laila, una sola mujer con dos bebés, constituye un equipo de demolición en sí misma», señala Mike Bowe, un abogado de Manhattan que representa a 34 mujeres que acusan a Pornhub de tráfico sexual y pornografía infantil en una demanda federal de crimen organizado en curso de California presentada en 2021.
«Nunca he visto a alguien con tan pocos recursos tener un impacto tan grande en un tema tan importante», comparte Bowe con Business Insider. En el libro se acredita la protesta pública del hedge fund de Ackman, que presionó a Mastercard y Visa para abandonar la web después de la devastadora investigación de Kristof en el Times (titulada Los niños de Pornhub).
«Laila Mickelwait es una defensora y activista superestrella que ha liderado en solitario la carga contra Pornhub y su facilitación y monetización del tráfico sexual infantil», tuiteó la semana pasada.
Los crecientes problemas legales de Pornhub
En estos días, Mickelwait espera que la espiral de problemas legales (y los daños de decenas de millones de dólares) sean el golpe de gracia para Pornhub.
Business Insider ha encontrado demandas en nombre de casi 300 personas que alegan que antes de la purga de 2020, los vídeos de sus abusos fueron subidos a Pornhub sin su consentimiento y permanecieron en la web durante semanas o meses tras haber sido marcados.
Según estas demandas, los propietarios de Pornhub, los anunciantes, los socios de tarjetas de crédito y los financieros de fondos de alto riesgo ganaron millones. Solo el mes pasado se presentaron más de una docena de estas demandas, y es posible que haya muchas más en camino. «Estamos presentando denuncias en nombre de unas 250 víctimas, y cada semana llegan más», declara Bowe a Business Insider.
En un guiño al alcance de este tsunami de litigios, un juez federal de California utilizó la frase «decenas de miles de niños» en una orden de noviembre legitimando al menos una de las dos demandas presentadas conjuntamente como demanda colectiva de tráfico contra Pornhub y MindGeek, que cambió su nombre el año pasado a Aylo.
«Hay pruebas de los propios registros de los demandados que demuestran la presencia de miles de piezas de material de ASI (abuso sexual infantil, CSAM por sus siglas en inglés) en su web en años anteriores», escribió el juez de distrito de EEUU Cormac J. Carney en la orden.
Cientos de acusadores
Las acusaciones en las demandas son desgarradoras.
En 2020, 40 mujeres (víctimas de la operación de tráfico sexual «Girls Do Porn») demandaron a Pornhub ante un tribunal federal de California, alegando que la empresa se benefició a sabiendas de los vídeos ilegales de sus abusos. En octubre, la lista de demandantes en ese caso aumentó a 121 mujeres.
Una demanda de 2022 afirma que Pornhub se lucró con los vídeos del niño de 12 años de Alabama que fue drogado y violado repetidamente, y durante cinco meses ignoró las peticiones de la policía de que se retiraran los vídeos.
«Acabé intentando suicidarme muchas veces. Acabé en hospitales psiquiátricos», dijo en 2021 Serena Fleites, la principal demandante en la demanda de Bowe por tráfico de 34 personas, mientras testificaba en una vista ante el Parlamento canadiense, según el libro de Mickelwait.
Fleites cursaba octavo curso en Bakersfield, California, Estados Unidos, cuando un chico un año mayor que ella, del que estaba enamorada, le pidió que grabara vídeos de ella desnuda. El chico compartió los vídeos con amigos y alguien los subió a Pornhub.
«Hubo vídeos que tenían 2,7 millones de visitas. Y seguiría en Pornhub a pesar de los cientos de comentarios que decían: ‘Esto es definitivamente pornografía infantil. Esa chica no puede tener más de catorce o trece años», contó a los legisladores que investigan la empresa matriz. «Y aun así Pornhub seguía sin quitarlo, incluso cuando les envié múltiples mensajes», añadió la chica.
Legislación en 19 estados
Pornhub, Aylo y Ethical Capital Partners están luchando agresivamente contra estas demandas, algunas de las cuales tienen casi cuatro años. Las empresas niegan haberse beneficiado a sabiendas de contenido ilegal y abusivo e insisten en que las reformas ahora mantienen ese contenido fuera de la web.
«Por respeto a la integridad de los procedimientos judiciales, nuestra política es no hacer comentarios sobre litigios en curso», señala la portavoz de Ethical Capital Partner, Bain.
«Esperamos que los hechos se resuelvan plena y equitativamente. Creemos en resultados justos y equitativos, estamos comprometidos a trabajar con las fuerzas del orden y los reguladores para responder a las amenazas y desafíos en constante cambio, y seguiremos ampliando nuestras prácticas para estar a la vanguardia de la industria y proteger la seguridad de nuestros usuarios», añade.
Pornhub y Aylo también están luchando duro contra la reciente legislación de 19 estados en Estados Unidos que exige a los usuarios que verifiquen que tienen 18 años, normalmente exigiendo a cualquiera que se registre en la web que suba una prueba de edad emitida por el gobierno. En España, se quiere aprobar una medida similar con la creación de una app que verifique la mayoría de edad de un usuario para que acceda a una web de contenido para adultos.
En protesta por estas restricciones, Pornhub ha bloqueado el acceso desde direcciones IP de al menos nueve estados con leyes de este tipo, según pcmag.com. Los usuarios que intentan conectarse a Pornhub desde direcciones IP de esos estados reciben en su lugar un mensaje de la actriz de cine para adultos Cherie DeVille, en el que les insta a quejarse a sus representantes locales.
Los abogados de Pornhub han demandado a los fiscales generales de estos estados, impugnando la constitucionalidad de sus leyes de verificación de la edad de los usuarios. Está previsto que el Tribunal Supremo de Estados Unidos vea el recurso contra la ley de verificación de edad de Texas durante su mandato de otoño. Es un caso que decidiría la legalidad de estas leyes de costa a costa.
«La mayoría de los consumidores en general no se sienten cómodos subiendo sus identificaciones cuando están conectados», señala Mike Stabile, director de política pública de Free Speech Coalition, una asociación comercial de entretenimiento para adultos que se ha unido a la lucha contra las demandas.
«Esto es doblemente delicado cuando se trata de contenidos para adultos», añade.
Stabile indica también que, si Mickelwait encuentra algo preocupante, debe denunciarlo: «Históricamente, lo que ha hecho Laila es airearlo a través de la prensa», sentencia. Mickelwait declara que ha denunciado cientos de vídeos a las fuerzas del orden y a los organismos de vigilancia contra la trata de personas.
Más recientemente, dice, denunció ante las autoridades estatales el vídeo de Pornhub que mostraba a una mujer gritando de dolor y pidiendo que no la grabaran. «Es fundamental hacer justicia a estas víctimas, pero también ser un elemento disuasorio para futuros abusadores. Pornhub, a día de hoy, sigue siendo una escena del crimen que tiene que cerrarse, y sus propietarios deben asumir responsabilidades», afirma a Business Insider.