¿Qué es la dacrifilia? La parafilia del deseo asociado al llanto

Aunque la dacrilagnia aparece en mayor grado en el sexo masculino, también hay mujeres que se sienten excitadas cuando ven lágrimas en los ojos de las personas. En algunos casos puede considerarse un desorden sexual.

En el universo de las filias —como en las fobias— existe un amplio abanico de manifestaciones clínicas. Muchas de ellas entran en ese espacio en el cual el tabú se entremezcla con el desconocimiento. Así, una de las parafilias más veladas tiene que ver con la excitación sexual que sienten algunos hombres y mujeres al ver a otros llorar. Estamos hablando de la dacrifilia o dacrilagnia.

Hay diferentes tipologías, hasta el punto de conformar un espectro muy diferenciado. Algunas personas disfrutan provocando el llanto, mientras otras experimentan un impulso placentero con el acto de consolar al que sufre. Son modalidades particulares que vale la pena conocer para desactivar estigmas y clarificar conceptos. Profundicemos.

Dacrifilia: características y causas

Darío tiene 38 años y, a lo largo de su vida, solo ha obtenido auténtico placer al ver contenidos sexuales en los que las mujeres lloran durante el acto. Lo mismo le sucede a Almudena quien, hasta el momento, no ha podido tener ninguna experiencia satisfactoria en este ámbito. Miguel, sin embargo, tiene una pareja con quien, de forma consensuada, practica esta y otras fantasías.

La dacrifilia se manifiesta cuando alguien se siente excitado al ver a otro llorar o demostrar signos de tristeza o sufrimiento. Existen diferentes modalidades y, aunque define un tipo de interés sexual que la sociedad etiqueta como «no normativo», es un tipo de parafilia que no siempre presenta una vertiente patológica. Analicemos qué información nos ofrece la ciencia hasta ahora.

Tipologías y cómo se manifiestan

Una de las figuras más estudiada el campo de la dacrilagnia es el doctor Mark D. Griffiths, de la Universidad de Nottingham Trent, en Reino Unido. En uno de sus trabajos, publicado en la revista International Journal of Sexual Health, explica que hay tres maneras de experimentar y manifestar este tipo de parafilia.

Antes de profundizar en ellas, cabe matizar un aspecto. La muestra de entrevistados que se logró conseguir para esta investigación tiene un tamaño reducido. Esto nos obliga a ser prudentes a la hora de extrapolar las conclusiones. Sin embargo, nos aporta información significativa para comprender mejor la anatomía clínica de esta condición. Indagamos, a continuación, sus características.

1. Dominio/sumisión

En ocasiones, al estímulo erótico de ver a alguien manifestando vulnerabilidad emocional se le añade el deseo de dominación. En este caso, el placer se vincula al ejercer el rol de persona que somete a otra (sumiso), experimentando un intenso disfrute al ser testigo de su llanto.

Por otro lado, cuando ese sometimiento no es consensuado y se busca generar sufrimiento expreso mediante la agresión, con el fin de que aparezcan las lágrimas, entramos ya dentro del espectro del sadomasoquismo. En otros casos, eso sí, podemos encontrarnos con parejas que, de iniciativa propia y consensuada, buscan adoptar los papeles del dominante y el sumiso a través de esta dinámica.

2. Dacrilagnia compasiva

Tal y como explica el propio doctor Mark D. Griffiths en un artículo para Psychology Today, para reclutar a los participantes de su estudio, acudieron a distintos foros, algunos de dacrifilia (CryingLovers), otro de fetiches (FetLife) y un foro de BDSM. A lo largo de esos análisis y entrevistas, pudieron ver que las mujeres presentaban un tipo de parafilia en la cual sentían excitación al consolar a alguien que llora.

En este contexto, pudieron categorizar la tipología compasiva, asociada con el deseo de atender, de aliviar el sufrimiento emocional del otro y el impulso sexual ligada a este acto. En este caso, no existen rasgos asociados a la dominación o sumisión. Se trata en exclusiva de un interés erótico por conferir cuidados a quien padece.

3. Labios curvados

La tercera tipología asociada a la dacrilagnia es descrita como «labios curvados». Algunos varones manifestaron sentir interés y excitación al ver la curvatura de los labios durante el llanto. Esta imagen, esta expresión gestual asociada a la catarsis emocional intensa, despierta también la libido, sin existir tampoco deseo de dominación o de conferir consuelo… Es una mera fascinación visual.

¿Cuáles pueden ser las causas asociadas?

A día de hoy se ignora cuál es el origen concreto de la dacrifilia. Es más, como bien matizan en un trabajo divulgado en Current Opinion in Psychiatryla etiología de las parafilias es, de momento, desconocida. Solo sabemos que son más frecuentes en hombres que en mujeres. No obstante, se estipula una serie de posibles desencadenantes:

  • Factores psicológicos: las experiencias tempranas traumáticas vinculadas con el abuso sexual infantil (ASI) o el ser expuestos a contenidos sexuales inadecuados, podrían influir en la formación de parafilias y, en este caso, en la dacrifilia.
  • Factores biológicos: aunque los estudios genéticos son aún limitados y poco concluyentes, se cree que pueden existir alteraciones con la dopamina y la serotonina, capaces de causar ciertos polimorfismos en diversas regiones neurológicas.
  • Refuerzo conductual: en ocasiones, hay quien descubre de forma casual que consolar a alguien que llora o provocarle el llanto, le genera bienestar o le alivia la ansiedad. Algo que empieza siendo gratificante, busca repetirse una y otra vez porque de pronto se convierte en un impulso erótico, derivando en una parafilia.
  • Variables culturales: en otro trabajo divulgado en la revista Psychology and Sexuality, el doctor Mark D. Griffiths, describe el caso de una mujer con dacrifilia que podría estar condicionada por dilemas ideológicos y culturales a la hora de construir su propia identidad sexual. No podemos dejar de lado cómo, a veces, el contexto puede moldearnos.

¿La parafilia asociada al llanto es un problema?

Vivimos en una sociedad que considera todas las parafilias como prácticas sexuales «anormales» o no normativas. No obstante, la sexualidad puede expresarse y sentirse de infinitas maneras y no por ello ser un problema. Es más, en la actualización del 2013 del DSM-V, se buscó diferenciar las parafilias de los trastornos parafílicos con el fin de reducir el estigma de las primeras.

Por ello, si sientes deseo y excitación al ver a alguien llorar o expresar emociones intensas como tristeza o sufrimiento, te ayudará comprender la diferencia entre estos dos conceptos clínicos.

Parafilias sexuales

  • Definición: son patrones de comportamiento o intereses en los que se encuentra excitación sexual en actividades, imágenes u objetos sexuales inusuales o poco convencionales. Asimismo, aparecen impulsos, conductas o fantasías sexuales recurrentes muy excitantes.
  • Características: hay una amplia lista de parafilias, entre ellas la dacrifilia. Buena parte son inocuas y solo expresan otra manera de sentir la sexualidad; por ejemplo, mostrar fascinación por determinados tejidos o por quienes tienen tatuajes, etc. En una parte significativa de los casos, las personas llevan una vida normal y suelen buscar parejas sexuales con los mismos intereses.

Trastornos parafílicos

  • Definición: una parafilia se convierte en un trastorno cuando tiene un impacto negativo en la vida del individuo o en la de otras personas. Son conductas que causan malestar clínico y que afectan el funcionamiento social de quien lo padece.
  • Características: estas fantasías o impulsos se convierten en el foco principal de su vida sexual, hasta el punto de excluir otras formas de expresión. A su vez, estos intereses ocupan buena parte de su día a día, impidiendo a veces mantener un empleo, relaciones sociales de calidad, etc. Lo más problemático es que se derivan en prácticas sexuales no consensuadas, violentas o conductas poco éticas.

¿Cómo saber si debo solicitar ayuda especializada?

El gran problema de las parafilias es que hay quien las esconde o las niega mediante mecanismos defensivos. Pero es conveniente tener en cuenta que hay muchas fantasías y deseos eróticos que carecen de elementos patológicos y que pueden practicarse en acuerdo con otras parejas. El ejercicio respetuoso y pactado de dichas conductas quizás resulte enriquecedor.

Ahora bien, en determinados casos, este tipo de inclinaciones puede vivirse de manera limitante y problemática. Es entonces cuando necesitarás de un profesional especializado. Te describimos, enseguida, en qué situaciones sería conveniente solicitar esa ayuda:

  • Tu vida social y relacional se ve afectada: el problema de algunas parafilias es que, de a poco, ocasionan un gran desgaste social. No dudes en dar el paso, hay terapias para ayudarte.
  • Provocar el llanto de manera no consensuada: hacer llorar a alguien de forma intencionada para obtener excitación sexual, sin su consentimiento, es un indicador relevante para pedir apoyo.
  • Notas que no sientes empatía por tus parejas: si priorizas el placer sexual por encima del bienestar emocional de la otra persona, es recomendable que lo consultes con un psicólogo especializado.
  • Persistencia en relaciones abusivas: a veces, se pueden mantener o buscar relaciones en las que se provocan de forma deliberada situaciones de angustia emocional para satisfacer la excitación. Esto no es apropiado.
  • Solo entiendes el sexo de esa manera: si la única forma de alcanzar el clímax depende en exclusiva de esta parafilia, es conveniente que contactes con un experto. Algo así puede desgastar mucho tu vida íntima y, poco a poco, el resto de tus ámbitos personales.
  • Comportamientos compulsivos: sentir un impulso incontrolable y repetido de provocar llanto en otras personas, inclusive cuando se es consciente de que es dañino, puede indicar la presencia de un trastorno constitutivo de atención clínica. Para saberlo, lo primero es realizar una evaluación.

Recomendaciones si evidencias dacrilagnia

Un ejercicio necesario y saludable al respecto de las parafilias es el autoconocimiento. No hay nada erróneo en ti siempre que practiques este deseo e inclinación en espacios consensuados y con límites saludables. Saber qué te atrae, qué te hace fantasear y conocer qué tipo de dacrifilia observas es un buen paso. Toma nota de otras estrategias que pueden servirte de orientación.

Psicoeducación

El principal objetivo de la psicoeducación en parafilias es ayudarte a comprender mejor esta realidad. Esto te permitirá desmitificar conceptos erróneos o estigmas asociados para reducir la vergüenza y el aislamiento.

Encontrar personas con los mismos intereses

Es frecuente que muchas personas con dacrilagnia compartan sus intereses y realidades personales en foros o grupos específicos. Esto te permitirá trabajar en tu autoconocimiento y facilita conectar con hombres y mujeres con intereses sexuales semejantes.

Buscar ayuda especializada si lo necesitas

Si esta parafilia te ocasiona malestar, si eres consciente de que presentas tendencias problemáticas, no dudes en pedir ayuda especializada. En caso de evidenciar un trastorno parafílico el abordaje terapéutico suele ser el siguiente:

  • Terapia de grupo: los grupos de apoyo, supervisados por un terapeuta, permiten que los participantes compartan experiencias, obtengan apoyo social y aprendan nuevas estrategias para manejar su comportamiento.
  • Terapia cognitivo-conductual: este es uno de los enfoques más utilizados en el tratamiento de estas realidades clínicas. Se centra en identificar y modificar patrones de pensamiento y comportamiento que contribuyen a la parafilia.
  • Tratamiento farmacológico: en ciertos casos se hace necesario recurrir a los psicofármacos. Para ello, es pertinente una adecuada evaluación clínica. Los antidepresivos o los antipsicóticos suelen ser los tratamientos más utilizados.

El llanto, entre el deseo y la compasión

Hay un hecho indudable sobre el llanto. Llorar es una reacción biológica que no deja indiferente a nadie. Las lágrimas inducen en nosotros la respuesta de consuelo o el impulso de prestar ayuda. Sin embargo, en algunas personas esa reacción se entremezcla también con la fascinación y la excitación. Lejos de ver esto último como algo disfuncional, es importante ampliar la perspectiva.

Ciertas parafilias definen otras maneras de entender, sentir y expresar la sexualidad. Practicarlas de forma respetuosa con personas que se puedan deleitar con ellas resulta enriquecedor. No dudes en conocer todo el amplio territorio de tus deseos, fantasías y pulsiones. Saber dónde están los límites y dónde las áreas permisibles actuará siempre como tu mejor amarre y guía en esta materia.

 Valeria Sabater.

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