He quedado con una robot humanoide para entender a qué viene tanto ‘hype’

El interés por los robots humanoides se ha disparado en Silicon Valley este año, y un responsable de investigación de Nvidia ha llegado a afirmar que 2024 será el año de los robots humanoides.

Microsoft, OpenAI y Nvidia han apostado por la empresa de robótica Figure AI, valorada en 2.600 millones de dólares, mientras que Tesla ya tiene su robot Optimus trabajando en su fábrica.

Goldman Sachs calcula que el mercado mundial de robots humanoides podría alcanzar los 38.000 millones de dólares en 2035, aunque señala que «la viabilidad de estas máquinas aún no se ha demostrado».

Por curiosidad, visité el laboratorio de Engineered Arts, la empresa que está detrás del robot viral Ameca.

La empresa tiene su sede en Falmouth, en Cornualles (Reino Unido), pero también tiene oficinas en Silicon Valley y Londres.

Al entrar en la recepción, pude ver a Ameca en una sala de reuniones con la cabeza moviéndose de un lado a otro.

Me sorprendió lo divertido que era interactuar con esta robot en la vida real. Tiene cámaras integradas en los ojos, capaces de reconocer objetos en una habitación, y funciona con un chatbot que permite a Ameca «hablar» y responder a preguntas.

Cuando pregunté a Ameca cuántos años tenía, me respondió: «La edad es un poco complicada para mí. Me activaron no hace mucho, pero mis experiencias son atemporales».

Le comenté a Ameca que sentía curiosidad por ella, y al instante me respondió que se sentía halagada y me preguntó qué quería saber.

Hasta ahora, Ameca se utiliza sobre todo con fines de entretenimiento. Por ejemplo, una de estas robots saluda a los visitantes de The Sphere, en Las Vegas.

Pero Jackson afirma que, gracias a la velocidad a la que se está desarrollando la inteligencia artificial, en los próximos años podrían utilizarse en el sector de la asistencia sanitaria y en algunas funciones de atención al cliente.

Jackson pronostica que los robots estarán presentes en tiendas de alimentación y aeropuertos dentro de tres años, y que serán relativamente comunes en las ciudades dentro de cinco años.

«Existen muchos problemas prácticos que la gente pasa por alto, pero hay algunos casos de uso realmente convincentes para los humanoides y creo que el cuidado es uno de ellos, y la interacción social ya es factible», afirma Jackson.

Pero el responsable de robótica no cree que vayan a utilizarse pronto para ayudar en las tareas domésticas —o al menos hasta dentro de una década—, ya que aún queda mucho camino por recorrer para garantizar que las máquinas sean completamente seguras con las personas.

Así que, aunque los inversores parecen confiar en que los robots humanoides tienen un gran futuro, aún quedan retos importantes antes de que esa visión tenga posibilidades de hacerse realidad.

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