Antes de convertirme en ‘probadora de fidelidad’, tuve mi propio encontronazo.
Tuve una relación tóxica durante dos años en el instituto. A pesar de mi compromiso con él, mi primer amor resultó ser infiel.
A lo largo de nuestra relación, siempre supe que estaba con otra chica. A menudo los veía sentados juntos a la hora de la comida o hablando en el instituto, pero cuando me enfrentaba a él, me decía: «Voy a romper con ella» y «voy a bloquearla», pero no lo decía en serio.
Decidí poner a prueba su fidelidad y le envié un mensaje con un número falso, haciéndome pasar por la otra chica. Cuando quiso quedar con ella, accedí. Cogí sus cosas de mi casa y, a las dos de la madrugada, me presenté como ella. Esa noche rompimos.
Entonces no lo sabía, pero esa fue mi primera prueba de fidelidad, y ahora es mi trabajo a tiempo completo.
Me convertí en ‘probadora de fielidad’ para otras personas
Poco después de pillar a mi novio, grabé un vídeo en TikTok compartiendo mi historia, y no tardó en hacerse viral. Me desperté con más de 300.000 seguidores en TikTok, principalmente chicas que querían que pusiera a prueba a sus novios. Me di cuenta de que podía ser una forma estupenda de ayudar a otras personas que habían sufrido lo mismo.
Les dije a mis nuevas seguidoras que me enviaran un mensaje si estaban interesadas en un test de fidelidad y que lo haría de forma gratuita. A medida que más mujeres aceptaban mi oferta, mi nuevo trabajo empezó a ocupar cada vez más tiempo.
También iba al instituto, tenía deberes, jugaba al béisbol y hacía ejercicio; se hizo muy difícil compaginarlo todo, así que empecé a pedir donativos. Le dije a mi público que daría prioridad a quienes ofrecieran una donación de su elección. Algunos donaron 5 dólares, y otros hasta 50.
Incluso después de empezar a solicitar donativos, seguía habiendo miles de mujeres que me enviaban mensajes para pedirme ayuda. Era mucho trabajo.
Me convertí en ‘probadora de fidelidad’ de Lazo
En 2023, los fundadores de Lazo, una plataforma especializada en pruebas de fidelidad en relaciones, se pusieron en contacto conmigo. Me encontraron en TikTok y me preguntaron si quería ofrecer mi servicio a través de su plataforma. Acepté. Ahora, me gano la vida haciendo tests de fidelidad y ayudo incluso a más mujeres que cuando lo hacía por mi cuenta. Casi siempre hago pruebas a novios, pero desde que empecé también se las he hecho a unos cinco maridos.
Cuando los usuarios acuden a Lazo en busca de una prueba de fidelidad, pueden elegir al «probador» que deseen en función de su ubicación, aficiones, intereses, color de pelo y otras cosas que crean que le pueden interesar a su pareja. Hay unos 400 probadores en la plataforma. Los probadores de fidelidad tienen precios diferentes, según el precio que ellos mismos fijen.
Tengo una tarifa fija de 70 dólares por «misión«. Lazo se lleva 21 dólares y yo me quedo con 49.
Dependiendo de cuántas pueda atender, hago entre 15 y 20 misiones a la semana. A veces, una misión puede llevar poco más de una hora, pero otras puede llevar hasta una semana, si no más.
Por desgracia, muchas de las chicas que recurren a Lazo suelen tener razón al pensar que sus novios podrían ser infieles.
Cuando acepto una misión me pongo manos a la obra
Antes de contratarme, las usuarias me dicen en qué plataforma de redes sociales está su novio, dónde vive y qué le gusta. Me dirán si prefieren a una chica coqueta o si tengo que ir más despacio y conocerle primero. En ese momento, puedo aceptar o rechazar la misión. He rechazado unas 30 misiones porque los novios tenían menos de 18 años.
Envío una solicitud para seguir al novio en redes sociales, y si el novio acepta mi solicitud, le envío un DM, utilizando mi nombre y la inicial de mi segundo nombre, y una foto mía. Si el chico me responde e interactúa conmigo, el 90% de las veces acabará cayendo. Aunque muchos también me dicen que tienen novia.
Cuando intercambio mensajes, tengo cuidado de no ser demasiado directa porque eso parece sospechoso, así que me tomo mi tiempo y trato de conocerles. Mientras hablo con el novio, le enseño a la novia cómo son los mensajes. La novia determina entonces si el novio está siendo infiel o no.
A veces, una novia ve que le da like a mis fotos en las redes sociales y lo considera una forma de infidelidad. Otras veces, tiene que ser más evidente, como que el novio quiera quedar conmigo o me pregunte si estoy soltera.
Pedir quedar en persona es un fracaso inmediato
He tenido chicos que querían quedar en persona, y los pillaban porque aparecía la novia en vez de mí. He tenido hombres que quieren hacer Facetime conmigo para ver dónde estoy. Pocas veces sucede, pero en esas situaciones, evito hacer Facetime y me paso a los mensajes en su lugar.
Desde que hago vídeos en TikTok, aunque intento bloquearlos, algunos novios me han reconocido, pero siempre ha sido después de fracasar o cuando ya iban camino de fracasar.
Después de que las novias deciden si ha aprobado o suspendido, se acaba la misión.
Este trabajo ha cambiado mi forma de ver las relaciones
Desde que me convertí en probadora de lealtad, mucha gente me ha preguntado si esto cambia mi forma de ver las relaciones y a los hombres. Sinceramente, en cierto modo, sí. Aunque creo que las parejas deben ser 100% leales entre sí, a través de estas pruebas de lealtad y la experiencia personal, sé que no todo el mundo comparte esa creencia.
Pienso dedicarme a esto a largo plazo. Me entristece que haya tanta infidelidad en las relaciones, pero me alegra ayudar en lo que pueda.