En una relación de pareja, el roce hace el cariño –como quien dice– pero también propicia la discusión. La convivencia, la divergencia de opiniones y otros muchos factores consiguen que, a veces, ‘choquemos’ con quien compartimos la vida. Y esto no es algo malo, de hecho, es de lo más natural. Según la psicóloga Paola García: «las discusiones de pareja fortalecen el vínculo porque, si se generan desde el respeto y ambas partes escuchan y reflexionan sobre lo que se quiere transmitir, el aprendizaje es mutuo de cara a siguientes situaciones». Por eso, si discutes con tu pareja, no es señal de que no funcionáis ni de que tengais una relación tóxica, sino de que sois dos personas que compartís una parte de vuestras vidas y tenéis, a veces, visiones diferentes (otro asunto es que esas discusiones sean tóxicas y/o constantes).
En cualquier caso, lo que sí es una constante es esa frustración que sentimos tras discutir, que nos lleva en ocasiones a tomar decisiones erróneas (las ejecutamos ‘en caliente’) y que se desvían de nuestras intenciones. ¿Te ha pasad0?
CONSEJOS PARA EJECUTAR DESPUÉS DE UNA DISCUSIÓN DE PAREJA
CONTIGO MISMA
- «Recupera la calma. Para ello, es necesario que te retires a un espacio (o lugar de tu casa) en silencio y recobres la respiración y tus pulsaciones normales», aconseja García. Túmbate si lo necesitas o ponte alguna de las 100 mejores canciones para motivarte.
- «Reflexiona sobre qué sientes una vez que estás calmada. ¿Rabia, pena, angustia, ira? Identifica tus sentimientos y deja que existan, esto es necesario para pasar al siguiente paso», añade.
- «Piensa en si has dicho algo que haya podido herir a tu pareja, si te has pasado y si hay algo que, en el fondo, sabes que no debías haber dicho», continúa.
Ahora estás preparada para manejar la situación desde una perspectiva más realista, es el momento de afrontarla de nuevo, más calmada, con tu pareja.
CON TU PAREJA
- Esperad a estar los dos, más o menos, en el mismo punto (puedes preguntar si quiere retomar la conversación) y volved a hablar empezando por la primera frase, imprescindible: «perdón si he dicho algo que te ofendiera».
- La psicóloga recomienda continuar con un discurso que evidencie tus sentimientos, esto es, usar el sujeto omitido «yo» para exponer cómo te ha hecho sentir la discusión: «me siento algo triste tras nuestra pelea» o «pienso que me he pasado con esto». Así, priorizas centrarte en ti y no recriminas el comportamiento de tu compañero/a.
- Escucha lo que tenga que decirte sin interrumpir y con una actitud de respeto.
- Si no llegáis a la misma conclusión, no desesperéis de nuevo e intentad buscar soluciones que impliquen que ambos tengáis que ceder un poquito.
- Una vez conseguido, buscad actividades u otras conversaciones (si son divertidas o con un toque de humor, mejor) para ‘rebajar’ el ambiente y volver a la normalidad. Probad con salir de casa, aquí van varios planes originales para hacer con tu pareja.
«Discutir resta energía y despierta sentimientos que no son positivos, pero volver al equilibrio es cuestión de paciencia y madurez, luego viene el aprendizaje», concluye la psicóloga.
Además, si quieres tomar nota para discutir de manera sana, no te pierdas los consejos que la psicóloga María Esclapez da de vez en cuando en su perfil de Instagram