Cada persona tiene sus propios elementos imprescindibles a la hora de hacer la maleta. Hay quien va directamente a lo estrictamente necesario y quien llena todo el espacio de “por si acasos”. Sea como sea, hay unos grandes olvidados del equipaje que, en realidad, podrían hacer nuestras vacaciones mucho más divertidas si nos los planteásemos: los juguetes sexuales.
Muchas compañías fabricantes de este tipo de productos ya tienen juguetes sexuales muy compactos, diseñados específicamente para llevarlos de viaje. Es, por ejemplo, el caso de varias marcas del grupo Lovehoney, en las que se pueden encontrar opciones tanto para personas con vulva como para personas con pene. Para la realización de este artículo he tenido la oportunidad de probar uno de los primeros: el Liberty 2, de Womanizer. También he hablado con Ana Lombardía, psicóloga, sexóloga y experta en bienestar y salud sexual de Lovehoney Group.
Mi conclusión tras estas dos experiencias es que ya tardamos en añadir estos juguetes a nuestro neceser de viaje. Eso sí, hay que tener en cuenta algunas consideraciones. No todo vale.
¿Por qué es bueno usar juguetes sexuales en vacaciones?
En realidad, cualquier momento es bueno para usar juguetes sexuales. Pero también es cierto que el verano se presta mucho a ello. En primer lugar, en esta época del año suben las temperaturas y hay muchas horas de luz. El calor y la luz han mostrado estar relacionadas con una mayor liberación de hormonas como la serotonina. Esta tiene muchas funciones en el sistema nervioso, donde actúa como neurotransmisor, llevando señales entre neuronas. Pero, sin duda, una de las más conocidas es su relación con el bienestar emocional.
Además, en palabras de Ana Lombardía, “el simple hecho de mostrar más la piel hace que el cerebro trabaje hacia una mayor excitación erotizando más los cuerpos”. Por todo esto, puede que tengamos más ganas de tener sexo, ya sea solos o en compañía. De hecho, el sexo en pareja durante las vacaciones sí que es muy habitual y no implica ningún tabú. ¿Por qué tendría que ser distinto con juguetes?
A todo esto, como bien recuerda Lombardía, tenemos que sumar que en vacaciones de verano “hay más tiempo, disponibilidad, menos cansancio y permite dejarse llevar y sentirse más libre”. El estrés suele reducir la libido, por lo que si estamos relajados nos apetecerá mucho más utilizar juguetes sexuales. Y, por supuesto, es una oportunidad para probar nuevas actividades en nuevos lugares. Son todo ventajas.
Cuidado con el destino
En España no hay ningún tipo de restricción al transporte de juguetes sexuales en los aviones. Se consideran como un dispositivo eléctrico más. No obstante, hay países en los que sí está penalizado duramente. Es, por ejemplo, el caso de la India, los Emiratos Árabes Unidos y Maldivas. Estos países “imponen restricciones a los juguetes sexuales e incluso los clasifican al mismo nivel que las armas de fuego y los explosivos, dentro de la categoría de material pornográfico ilegal”.
En esos países, lo más leve que nos puede pasar es que nos confisquen los juguetes sexuales. No obstante, en los peores casos podría ser incluso que acabes pagando una multa o entre rejas. Hay un capítulo de la serie The Bold Type que habla justamente de eso. Si has visto la serie, seguro que te suena.
Por todo esto, antes de añadir juguetes sexuales a la maleta, es muy importante conocer la legislación del país con respecto a este tema.
Los juguetes sexuales de viaje, cuanto más pequeños, mejor
Ana Lombardía señala también que en este caso el tamaño sí importa. Cada país y compañía tiene sus propias restricciones de equipaje, por lo que es muy importante comprobar que no nos lo van a confiscar en el aeropuerto.
Por eso, este tipo de juguetes sexuales son tan compactos. Por ejemplo, el que he tenido la oportunidad de probar para este artículo es un succionador de clítoris, pero mucho más pequeño que los convencionales. Eso podría hacernos pensar que va a ser más incómodo de usar, pero resulta muy ergonómico, de modo que la utilización es exactamente igual que con uno más grande.
Otro factor importante en los juguetes sexuales que nos vamos a llevar de vacaciones es que no se pongan en funcionamiento en la maleta. Algunos tienen opción de bloqueo para viajes. Otros cuentan con una funda compacta y pequeña que evita que los botones de encendido estén en contacto con el resto de equipaje. Es el caso del que yo he podido probar. Su funda no solo hace que lo que hay dentro pase desapercibido. También evita que se encienda accidentalmente.
Cada vez hay más personas interesadas
En Lovehoney Group han llevado a cabo una encuesta con 1.000 participantes españoles, de los cuales el 36% reconocieron que les gustaría probar juguetes sexuales fuera de casa. Esto incluye los típicos vibradores con mando a distancia para usar en pareja, que tan de moda están últimamente. Pero también cualquier dispositivo para uso individual.
Estamos interesados, pero sigue habiendo mucho tabú. Un tabú que deberíamos desterrar, porque las vacaciones son un momento ideal para conocernos mejor nosotros mismos. En avión hay que tener en cuenta algunas restricciones más. Puedes empezar por probar en alguna escapada en coche sin salir de España. Si todo va bien, ya irás escalando. Posiblemente, te quedes con ganas de intentarlo.