El mundo de las relaciones sigue sorprendiéndonos con nuevos términos que en realidad, vienen a dar nombre a comportamientos y actitudes que llevan ocurriendo toda la vida. Desde el ‘cookie jarring’ hasta la ‘cuffing season’, son muchas las tendencias que emergen en el universo sentimental, en el que ahora la generación Z ha incluido la ‘situationship’. Se trata de un término que reemplaza a la tradicional “relación amorosa” por una “situación amorosa” en la que los involucrados tienen una conexión física y emocional sin etiquetas y sin proyectos a largo plazo.
«Hoy estamos muy enfocados en nuestros objetivos individuales y de trabajo»
Diversos estudios han señalado que los más jóvenes han adoptado una actitud mucho más pragmática en el ámbito sentimental al no priorizar las relaciones románticas. “Los objetivos que tenemos hoy en día son muy diferentes a hace años: hay muchas personas que no buscan relaciones estables, que no quieren casarse, que no quieren tener hijos. Si hace unos años tener una vida estable en pareja era un objetivo de muchas personas, hoy estamos muy enfocados en nuestros objetivos individuales y de trabajo”, asegura Erika Lust.
“Al tener pareja, pensamos que aunque no te hayas subido al ascensor relacional, existe ese sentimiento de que tu relación es válida, y por ende es igualmente oportuno centrarnos en esa persona 24 horas al día toda la semana y hacerlo todo juntos. Juntamos relaciones, amigos y construimos un mundo alrededor de esta persona. Esa es la inercia, y por eso muchos jóvenes no quieren abandonar su vida para estar con alguien. Al no ver un punto medio, tienen miedo a perder su individualidad. Por eso deciden poner al otro como secundario y ponen importancia en lo que quieren hacer. Lo que hay que preguntarnos entonces es si se hace desde el miedo o porque realmente se quiere eso. Hay que tener claro si lo has elegido desde el placer o desde ese pavor, porque hay quien lo hace desde el miedo a contactar por temer abandonarse en una relación”, dice Lidia Manot, autora de ‘Amar más allá de la monogamia’.
Qué son las situationships
Las relaciones que deambulan por la zona gris en la que el compromiso es limitado se enfrentan a una traba: la carencia de etiquetas. “A día de hoy, tenemos la idea de que hemos de construir las relaciones siempre en una misma dirección, por lo que cuando nos topamos con una relación sin esas etiquetas, necesitamos saber dónde encajamos y qué nombre tiene lo que tenemos. Dentro del poliamor, en mi experiencia, buscamos el compromiso por acuerdos que se construyen desde lo que tu esencia te hace desear. Es algo que la gente por fuera puede no considerar serio, porque si en una relación no interesa la exclusividad o el convivir no se ve así, pero en el punto en el que estamos escuchando al otro y a nosotros mismos, podemos dar realmente un poso de responsabilidad a lo que tenemos. Absolutamente cada relación es seria, para mí”, explica Lidia Manot.
«Los jóvenes necesitamos una referencia de cómo construir una relación de otra manera»
“La gente más joven, al ver destruida la idea del amor que nos habían vendido, necesita una referencia de cómo construir una relación de otra manera. Mientras no pasa, hay miedo a la intimidad y a conectar incluso desde el sexo, porque incluso ahí a veces conectamos de una forma tan superficial que nos da miedo hasta mirarnos a los ojos”, asegura Manot.
«Exige tener mucho autoconocimiento, seguridad en ti misma y poner límites”
“Esto es algo que está haciendo daño, porque hay quien no quiere ese pack y se autodetermina como el eternamente soltero o el que no quiere compromiso… Y no es eso. Todos necesitamos conectar y esa vulnerabilidad de que nos quieran. Hay una pérdida de conexión humana, porque nos dan miedo las etiquetas y porque no hay otra forma de estructurar una relación seria que no sea la de subirse a ese ascensor del que hablábamos. Por eso hablo del amor libre: aunque quieras estar solo, o incluso con una persona, hay que hacerlo olvidándote del mundo, deconstruyendo sobre el amor y atreviéndote a conectar a tu manera. Exige tener mucho autoconocimiento, seguridad en ti misma y poner límites”, señala Lidia Manot, comunicadora especializada en no-monogamia ética y relaciones libres. «Hemos asociado que cuando una relación dura mucho es más válida que otra que no. Con la exclusividad pasa igual, pero puedes no tenerla y preocuparte por el otro e ir trabajando celos e inseguridades y acompañar el proceso, algo que a veces no pasa en la exclusividad», añade.
«Las etiquetas no son necesarias si realmente tienes claro lo que quieres»
Alba Durán, Directora de Marketing de Bumble para España, indica que aunque a veces se les da una imagen negativa, las relaciones circunstanciales pueden ser incluso buenas, sobre todo si te encuentras en un momento de exploración y de aprendizaje sobre tus propias necesidades. “En todo caso, a la hora de mantener o no relaciones causales, estas han de ser un reflejo de lo que quieres y necesitas. Para esto, la comunicación es clave y las etiquetas no son necesarias si realmente tienes claro lo que quieres y cuáles son tus expectativas hacia esa persona. Tanto si quieres tener una cita casual, como si quieres tener una relación de pareja o cualquier otra cosa, debes sentirte capacitado para buscar el tipo de conexión que te parezca adecuada”, dice.
«El premio es enorme: en poco tiempo, te conviertes en una persona que sabe cuidar de sí misma»
También es importante contar con herramientas de gestión emocional para saber cómo tener estas relaciones sin etiquetas. “Lo primero es que para querer conectar, tenemos que entender que cada relación es seria aunque vayas a ver a esa persona únicamente una vez cada dos meses. Es un trabajo de introspección en el que me tengo que preguntar si sé poner límites, pedir lo que necesito y luchar por lo que considero importante para así construir a partir de la gestión emocional. Hay que ser valiente. Ábrete a eso y ve descubriendo qué es lo que quieres, porque el premio es enorme: en poco tiempo, te conviertes en una persona que sabe cuidar de sí misma, ya que creas relaciones cada vez más sanas, desde un apego seguro y desde una transparencia y una comunicación más efectivas”, dice Lidia Manot.
Hemos priorizado nuestras banderas rojas y verdes
La aplicación de citas Bumble ha publicado las principales siete tendencias que definirán las citas en 2023, entre las que encontramos una mayor transparencia, conocida como ‘hardballing’. Hemos priorizado nuestras banderas rojas y verdes y más de la mitad de los encuestados ha establecido aún más límites en el último año. Esto incluye ser más claros en cuanto a nuestras necesidades emocionales, ser más reflexivos e intencionales en cuanto a cómo nos exponemos y no comprometernos en exceso socialmente. Por ello, resulta esencial que las parejas que abogan por relaciones que responden a las ‘situationships’ tengan claro las claves de su vínculo.
Relaciones sin compromisos
“Cuando se trata de relaciones de cualquier tipo, la comunicación es la clave. Las relaciones circunstanciales o las citas casuales, a veces pueden considerarse negativas porque la gente se siente incómoda en el limbo e insegura de lo que puede esperar de la otra persona. Lo que busques está bien, siempre y cuando seas sincero con la otra persona sobre tus intenciones. En Bumble, puedes ser completamente claro en cuanto a tus intenciones y lo que buscas desde el principio, porque no tiene sentido sentirse atrapado en una relación romántica de cualquier tipo -casual, situacional o seria- si no es lo que realmente quieres”, explica Alba para finalizar.
Marita Alonso