¿Tienes un retraso en la regla? Prueba a provocarla a través del sexo

La llegada de la menstruación después del sexo es bastante común. Podemos pensar que es pura casualidad, pero cuando ocurre en varias ocasiones empieza a parecer que sí hay un motivo. ¿Y si el las relaciones sexuales impulsan de algún modo que nos venga la regla?

No es una pregunta descabellada, aunque hay que puntualizarla un poco. Las relaciones sexuales, como tal, no impulsan la llegada de la menstruación. Es el orgasmo el que la provoca, por lo que no es necesario que haya sexo con otra persona. Bastaría simplemente con la masturbación.

De todos modos, al hablar sobre la menstruación después del sexo hay que hacer aún otra puntualización más y es que no podemos provocarnos la regla con un orgasmo en cualquier momento del ciclo. Como bien explicó la doctora Leah Millheiner, de la Universidad de Stanford, en declaraciones a Business Insider, es necesario que falten uno o dos días para la llegada natural de la regla. En ese caso, sí que es posible que un orgasmo la adelante. O que, si se está atrasando, la traiga de una vez por todas.

¿Por qué llega la menstruación después del sexo?

Para comprender por qué se puede desencadenar la menstruación después del sexo hay que tener en cuenta el factor común que envuelve a ambos fenómenos: las contracciones uterinas.

Estas se suelen relacionar normalmente con el trabajo de parto. Sin embargo, el útero se contrae constantemente con multitud de fines. Dos de los más importantes son la descamación del endometrio durante la menstruación y el orgasmo, con el que se ayuda a empujar los espermatozoides hasta el ovocito que espera a ser fecundado.

El origen de las contracciones menstruales

Durante la primera mitad del ciclo menstrual, el útero se prepara para alojar a un embrión en caso de que se fecunde al ovocito que se ha liberado ese mes. Para ello, el endometrio, una capa que recubre el interior de este órgano, se va engrosando poco a poco.

Si no se produce la fecundación, no tiene sentido seguir engrosándolo, por lo que se descama y vuelve al punto de partida, tras el que empezará a engrosarse desde cero.

El endometrio se va soltando del interior del útero, pero necesita algo de movimiento, para salir al exterior y no acumularse dentro. Por eso, entran en juego unas sustancias, llamadas prostaglandinas, que favorecen que los músculos del útero se contraigan y se dilaten. Estas contracciones son esenciales en el inicio de la menstruación y, además, están relacionadas con el típico dolor que se siente durante la regla.

El útero también se contrae durante el sexo

Para que llegue la menstruación después del sexo es necesario que haya orgasmo. No basta con masturbarse o tener relaciones sexuales con otras personas.

Esto es así porque una de las hormonas que se libera durante el orgasmo es la oxitocina, la misma que promueve las contracciones en el parto. En el caso del parto las contracciones ayudan a expulsar el bebé, mientras que en el del orgasmo facilitan el paso del esperma a través del cérvix. De hecho, el semen también contribuye a estas contracciones, pues contiene prostaglandinas que impulsan todavía más ese movimiento de las paredes uterinas

Por lo tanto, si quedan pocos días para el inicio de la menstruación, las hormonas se encuentran ya a los niveles adecuados y el endometrio se ha engrosado lo suficiente, las contracciones provocadas por el orgasmo pueden provocar que el endometrio se descame un poco antes, dando inicio al sangrado menstrual.

No es un sangrado por arte de magia. Si la regla se está retrasando por un embarazo o cualquier motivo médico no se conseguirá provocarla simplemente con un buen orgasmo. Pero si queda poquito y queremos quitárnosla ya de en medio, siempre podemos probar por si las moscas. Si empieza la menstruación, bienvenida sea y, si no, eso que nos llevamos para el cuerpo. Literalmente.

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